top of page
libro.png

Cuentos 

Los cuentos llevarán a los niños a comportarse mejor, ya que se proporcionan valores y conceptos éticos. Los cuentos ayudarán a los niños a vencer sus propios temores, que en algunas ocasiones les hacen mucho daño y hasta los llevan a tomar decisiones equivocadas.

Los estudiantes del grado 3-1 de la sede central primaria con la dirección del profesor Hugo Dorado se han dado a la tarea de escribir, de reconocerse y permitir que su imaginación llegue a lo más alto.
La tortuga y el león
Por Sayra Llanos Martínez
d4ae6d5b-7396-4aa1-b1cf-910ab508bcc0.jpg

Había una vez una tortuga llamada Luisa. Ella estaba en el

océano y un león llamado Andrés, el estaba en el zoológico.

Cierto día los trabajadores del zoológico estaban rescatando

tortugas que la estaban pasando muy mal porque el océano

estaba contaminado, salvaron a Luisa y la llevaron al zoológico

donde la metieron en un acuario.

Un día la tortuga Luisa estaba triste porque no tenía amigos, así que salió del acuario y fue donde los leones, que dicen son animales peligrosos, pero como Luisa no pensaba lo que iba a pasar ingresó a la jaula.

 

 Los encargados del zoológico al darse cuenta que la tortuga no estaba, la buscaron como locos, pero era tarde, la tortuga Luisa ya estaba dentro de la jaula del león Andrés, sin embargo este león no era como los otros leones bravos y mordelones, al contrario él era amigable y se hicieron amigos.

 

Los trabajadores del zoológico al darse cuenta de esta amistad,  colocaron el acuario cerca de la jaula del león y ellos vivieron felices por siempre.

La magia de los sueños
Por Cielo Martínez Quiguantar

Un día Lucas estaba dormido y tuvo un gran sueño que nunca olvidó.

El soñó que despertaba en un bosque y vio a un perro que él había visto una vez caminando en el parque; este se le acercó mientras despertaba. 

Lucas se levantó y vio un bosque rosado, sintió curiosidad por los árboles, ya que eran rosados y amarillos. El fue caminando con el perro viendo el bosque hasta que llegaron al final, encontrando un túnel oscuro, y fue así como acabó el sueño. 

Lucas se despertó y se levantó: El salió a correr como lo hacía normalmente y para su sorpresa vio al perro de su sueño; lo saludo y siguió su camino,  pero vio que el perro caminaba a su lado, entonces pensó que le quería decir algo; fue así como entró en el bosque de su sueño y todo se hizo realidad.

510e3fc7-7840-430f-a5a9-91f7bd14d6b2.jpg
Cielo Martínez Quiguantar.jpg
Sayra Llanos Martínez.jpg
La niña y el león
Por Angela Lucía Pérez
24e69d80-74e8-4674-857d-744e7ee16aa4.jpg

Había una vez una niña llamada María que soñaba con tener un león como mascota.

 Un día María le dijo a su mamá que si le regalaba un león.  La mamá le respondió que esos animales eran muy grandes y peligrosos. Esta respuesta la puso muy triste. 

Un día fueron de paseo al zoológico y  entre los animales encontró a un león, muchas personas le dijeron que no se acercara mucho porque era muy peligroso, sin embargo a ella sin importar nada se fue acercando poco a poco y lo tocó, aún así el león no le hizo nada.

 Al pasar los días, María siguió visitando al León,  pero llegó un momento donde el león no quería comer porque quería ver a la niña, así que  María regresó  al zoológico y el león se puso muy feliz.  

El encargado del zoológico llamado Mario vio a la niña que estaba con el león muy feliz, entonces a los siguientes días Mario le quiso regalar el león; ella se puso muy feliz y lo llamó Simba y fueron muy felices juntos. 

Danna González Prada.jpg
Angela Lucía Pérez.jpg
El gallo y la gallina
Por Danna González Prada

Había una vez una gallina que vivía en un rancho.  La gallina estaba triste, ya que estaba viendo gallinas y gallos sin hogar. Sus dueños trajeron un gallo;  la gallina que era muy amigable se  acercó a preguntarle de dónde venía porque parecía que nunca había visto un rancho, pues veía que el gallo estaba sorprendido y hacía una cara de asco.

 El gallo respondió: vengo de una familia rica, así que nunca he visto un rancho.

 La gallina dijo: ven te presento mi casa - entraron y el gallo dijo:

- ¡Oye!, ¿ tú no vives en una cama llena de diamantes? 

 La gallina respondió: no, yo no duermo en una cama llena de diamantes, todos no somos ricos.  Hay algunos gallos y gallinas que no tienen un hogar, por eso  yo estoy agradecida por tener un hogar.

bafca46d-7ecc-4daa-b6a2-3ef514037545.jpg
El humano y el león
Por Brisa Isabella Guzmán
Brisa Isabella Guzmán Sánchez.jpg

Había una vez un humano que podía hablar con los animales. Este ser no tenía dinero para alimentarse, así que le dijeron que si mataba un león le iban a dar dinero.

 El Humano salió de cacería por la sabana africana. De pronto vio a un león solo llamando a su manada, pero el humano al ver una criatura tan linda y extinta no lo mató,  llegó con las manos vacías y el alcalde muy enojado dijo: ¡rápido, maten a un león y me lo traen!

 El Humano dijo: No matarán una criatura que ya no se ve, después salió corriendo a la sabana y les advirtió a los leones quienes se prepararon y así lograron salvar su territorio donde vivieron felices.  

Fotolia_42728767_XS.jpg

La niña del semáforo

Por: Darolyn Jael Benachi Benavides

Había una vez una niña llamada Sara. Ella vivía en la calle y no tenía cómo alimentarse ni dónde pasar la noche. Sara pasaba todo el día en el semáforo pidiendo monedas para poder comprar algo para comer. Las horas pasaban y a Sara solo le daban algunas monedas, pero ella no perdía las ganas ni la fuerza de salir adelante. Los días más difíciles eran cuando llovía, ya que le tocaba dormir en la calle y buscar cualquier lugar para descansar.

Pasaron unos cuantos días, hasta que, en uno de ellos, muy temprano, Sara se levantó motivada a seguir buscando cómo salir adelante. De repente se acercó una señora muy arreglada y amable. Le preguntó el nombre:

- ¿Cómo te llamas, niña? - preguntó la señora.

- Me llamo Sara y tengo 8 años - respondió Sara. Igualmente, Sara le preguntó a la señora: - ¿Y tú cómo te llamas?

La señora respondió con una sonrisa: - Carolina.

 

Carolina, al ver que Sara estaba sola, le preguntó: - ¿Qué haces en este semáforo?

Sara respondió: - Aquí trabajo todos los días para tener algo de dinero y así poder comer.

 

La señora, muy amablemente, la invitó a comer algo. Sara, que no había comido nada desde el día anterior, aceptó muy contenta. En el camino siguieron hablando y Sara le contó que no tenía dónde vivir, que sus padres la habían dejado tirada en la calle. A Carolina se le llenaron los ojos de lágrimas, pero se contuvo y decidió ayudar a la pobre niña.

 

Le propuso que se fuera a vivir con ella, pues su casa era muy grande y había espacio para todos. Sara no podía creer que por fin iba a tener una casa donde dormir, aceptó y le dijo a Carolina que le iba a ayudar en las labores de la casa en agradecimiento.

 

Llegaron a la casa y Carolina le dijo a Sara que no estaban solas, que ella tenía una hija que seguro se iba a poner muy contenta de verla.

 

Carolina llamó a su hija por su nombre: - ¡Dulce, Dulce! La niña respondió: - Señora.

- Ven que te tengo una sorpresa, es una nueva hermana.

Dulce bajó tan rápido como pudo, pero la reacción no fue como Carolina y Sara esperaban. Pues Dulce no le gustó mucho la sorpresa y contestó: - ¿Esa es mi nueva hermana?

- Sí - dijo Carolina - y la vamos a tratar como si fuera de nuestra familia.

Dulce, muy alterada, contestó: - No me parece buena idea.

S

ara se sintió muy mal y pensó que lo mejor era irse, pero Carolina le dijo que no le prestara atención a las pataletas de una niña malcriada.

 

Pasaron los meses y aún Dulce no aceptaba a Sara, intentaba hacerla quedar mal de una u otra manera, a pesar de que Carolina las trataba con mucho amor y por igual.

 

Una mañana, Carolina tenía que salir a trabajar, se despidió como siempre lo hacía recomendándoles que se portaran de la mejor manera posible. Una vez que Carolina cerró la puerta, Dulce comenzó a mandar a Sara que le hiciera el desayuno, que para eso le estaban dando una casa donde vivir y alimentándola.

Sara lo hizo sin ningún problema, pero Dulce también quería que la niña le hiciera las cosas de la casa como si fuera una empleada. En ese momento, Carolina recordó que había dejado la billetera, se devolvió y vio cómo humillaba Dulce a Sara.

 

La señora entró muy enojada a defender a Sara, haciéndole ver a Dulce que lo que estaba haciendo con Sara no era justo. La castigó para que aprendiera a respetar a los demás.

Así fue la única forma en que Dulce aprendió a llevarse bien con Sara y a respetarla como si fuera su hermana. Pasaron unos años y las hermanas Sara y Dulce crecieron, se hicieron buenas amigas y Carolina estaba feliz y muy orgullosa de las hijas que había criado.

 

Grado 5-10

 Sede : Mariscal Jorge Robledo

la niña deñ semáforo
todo fue una mentira

TODO FUE UNA MENTIRA

Por Oriana Vasquez Grado 7-1

Donde esa mujer está encantada de conocerte, ella podría mostrarte cosas increíbles. Magia, locura, cielo, pecado.

Te ves como mi próximo error, el amor es un juego, quiero jugar ahí. Los rumores que salen de nosotros ¿no son graciosos? Y sé que has oído hablar de mí, entonces seamos amigos de una vez, me muero por ver cómo termina esto.

Las luces y el sonido resonaban en todo el club nocturno, aquella mujer tenía de trabajo ser bailarina, los hombres anhelan que ella les preste atención, pero lo único que ella hacia era hacer su trabajo. Un día mientras ella se alistaba para su coreografía Un hombre alto, de barba y ojos miel le llama la atención, Cuando reaccionó se dio cuenta que quedo viéndolo fijamente, los dos sostenían ese contacto visual que no querían romper. Hasta que fueron interrumpidos por una voz diciéndole que era hora de salir al escenario, cuando empezó el espectáculo su mirada buscaba aquel hombre, pero no tuvo éxito.

 

Ya a las últimas horas donde las personas se iban yendo quedando completamente solo con los aseadores y las bailarinas, mientras acomodaba su camerino siente una presencia detrás de ella y voltea rápidamente, sus ojos se abren como platos, al ver esa persona delante de ti.

- Alice, quiero presentarte a alguien  es mi gran socio.

- Un gusto Alice, soy Alexis — ofreciendo su mano.

- Un gusto Alexis — recibiendo su mano.

Pasaron los días y ellos nada más intercambiaban palabras cuando estaba el jefe, Alexis moría por hablar con ella algo que no sea un simplemente un “hola” a Alice la invitaron a una fiesta que sería un poco formal. Cuando llega a la fiesta sus ojos se posan en Alexis, y sigue su camino saludando a todos excepto a él, a las horas su cuerpo ya no resistía más, Alexis le ofreció llevarla, aunque no hubo respuesta ya se había quedado dormida.

Al día siguiente despertó en un cuarto completamente desconocido, se alteró tanto que empezó a caminar por todo el cuarto. Cuando escucha pasos acercarse Alexis entra al cuarto viéndola desesperada, la cara de ella cambia de asustada a asombro. No se esperaba estar en la casa de él.

- Buenos días Alice — dice con una sonrisa.

- Buenos días... — dice con angustia.

- Te traje aquí porque estabas muy borracha — dice sin mirarla

- OK…

- Muchas gracias por traerme, pero me tengo que ir, nos vemos luego.

Después de ese momento incomodo se fue para su casa para procesar como acabo con Alexis, varios flashback vinieron a su cabeza. Después de insultarse internamente por cometer ese error, pensó porque sentía ese extraño sentimiento cuando lo veía nunca se enamoraría de él. O eso creía ella, pasaron meses en que los dos hablaban más o completaban un tema de conversación, volviéndose más unidos olvidando lo que paso hace meses. De eso sacaron rumores de que ellos eran una relación, causándoles risa.

 

Mientras ella estaba a punto de caer del sueño, recibe una llamada de Alexis preguntándole si quiere salir con él un rato, Alice no tuvo opción y acepto. Se encontraron y se saludaron, fueron directo a un parque que estaba un poco solo por la hora que eran, se sentaron y empezaron hablar de cualquier tema que se les ocurriera hasta que pregunta algo Alexis.

- Oye Alice ¿te gusta alguien o tienes algún pretendiente? — dijo mirándola fijamente.

- No me gusta nadie y no tengo pretendientes ¿qué me dices de ti?

- Tampoco, he tenido demasiadas novias pero ninguna la he amado — dijo con burla.

- Por qué haces eso juegas con la gente eso no es nada bonito de tu parte.

- Lo hago por diversión puedo estar con cada mujer que me apetezca acaso tú no has hecho eso.

- Nunca no sería capaz de jugar con alguien es horrible.

- Si tú lo dices — rodando los ojos

De un momento a otro Alice noto como Alexis se iba acercando a ella, cuando de repente ya se estaba besando. El beso era tierno, pero después se convirtió en uno intenso y se separaron por falta de aire. Cuando llegaron al departamento siguieron en lo que quedo pendiente terminando de otra forma.

Cuando despertó se vistió buscando su ropa y salió encontrándose a Alexis recargado en el mesón de la cocina, viendo su teléfono. — Buenos días — dijo ella, — hola — dijo serio. Se fue de la casa de él viendo su comportamiento.

 

Pasaron varios meses sin verse y sin hablarse, dando se cuenta de que el la uso como a otras mujeres. Reprendiéndose por caer en ese juego, esa noche él le había prometido que él la amaba, nuca la dejaría sola y que era su vida. Pero esas palabras nunca fueron ciertas a todas les decía lo mismo prometiéndoles cosas que nunca cumpliría. Iba directo al club a dar su actuación, cuando llego noto que esa persona que le hizo daño está al frente de ella.

- Alice hablemos por favor — suplicando.

- QUE NO, NO ENTIENDES QUE ME HERISTE CON TUS PALABRAS LE DICES A TODAS LO MISMO — dijo enojada y con los ojos cristalinos

- Todo eso era mentira, lo decía de juego.

- Ah para ti soy tu juego, lárgate no te quiero ver.

- Eso no me decías esa noche — dijo con burla.

- Vete — dijo llorando.

- Eres una horrible persona, nunca te lo perdonare…

ALICE, ALICE, ALICE, ALICE.

- Despertó — dijo el doctor.

- HIJA — dijo su madre llorando.

- ¿Por qué lloras madre? — dijo dudando.

- Estabas en coma tuviste un accidente cuando ibas a un club — dijo limpiándose las lágrimas.

- ¿pero cómo? Tuve un sueño demasiado raro madre — dijo desorientada.

- Que soñaste Alice — dijo con duda.

- Olvídalo madre se me olvido, todo fue una mentira nada fue real — dijo en susurro.

Cuando su madre se retiró, pensó —

 

EL PODER DE LAS PALABRAS MÁGICAS

 Por Autor: Ashley Daniela grado 4-2

El dormir fue mi mejor despertar.

Hola amiguitos, soy Ashley Daniela, tengo nueve años y a continuación les contaré mi visita a un mundo mágico.

Me desperté en un mundo mágico, lleno de árboles mágicos, arcoíris mágicos, elefantes de colores, unicornios voladores, gatos esponjosos y había un rio en forma de corazón, guardias en forma de aguacate y un castillo gigante donde habitaba una princesa que estaba hechizada y sola. Su padre vivía en otro mundo mágico y su madre murió cuando tenía apenas cinco años de edad. Entré en ese mundo mágico, saludé a los hermosos árboles mágicos; eran mágicos porque tenían muchas frutas con mensajes mágicos. La primera fruta que vi fue una llamativa sandía que se abría y decía un hermoso mensaje, “si tú eres amable todo será amable contigo.

 

Era un mundo encantador y mágico, porque en mi vida real ninguna sandía ni otra fruta se abría y daban hermosos mensajes.

Yo estaba feliz, cuando a lo largo vi un arcoíris muy colorido y mágico. Trasportaba guardas aguacates, cerditos que reían y hablaban entre ellos. Para mí era un auto arcoíris. Transportaban todos los animales de este hermoso lugar.

En mi cuento me sentía como una princesa mágica, sin saber que mi objetivo sería rescatar a una princesa que estaba encantada por una bruja malvada, que lo único que esperaba era que la princesa muriera para ella transformar ese mundo mágico en un mundo oscuro y así ser ella la dueña del castillo.

Mi siguiente paso era saber cómo podría transportarme en el arcoíris. Me acerqué, miré y todos los animalitos se comunicaban con el arcoíris. Como yo sabía que estaba en un mundo mágico, empecé a decir: “ triqui triqui, abra cadabra” y nada.

Intenté mil veces con esa clase de palabras hasta que muy triste me senté en una hermosa flor rosada y dije gritando: “Buenos días, como estás hermoso arcoíris.

¿Por favor me podrías transportar al otro lado del rio de corazones?, cuando automáticamente bajo el arcoíris, me miro y me sonrió y me dijo: “con mucho gusto, haré lo que me pides, dijiste palabras mágicas a mis oídos”, entonces pensé y me acorde de los valores aprendidos de mis padres y mis profesores, pues en mi vida real, también son muy importantes las palabras mágicas. Gracias, le respondí al arcoíris y me monté en él. Me llevo como si estuviera volando.

Fue un viaje encantador, tuve miedo porque siempre he tenido miedo a las alturas.

Pero como el arcoíris vio que tenía miedo, extendió unas largas alas a los lados y así quedé más segura y cómoda.

En el arcoíris me sentí libre, fresca y pensé que era un pájaro feliz. Cuando de pronto llegué al otro lado del río de corazones y vi un enorme castillo. Cuando baje había muchos guardas aguacates; sorprendidos al verme me preguntaron: “Oye, ¿tú quién eres?, ¿qué haces en estos lados?, ¿eres la personita que estuvimos esperando por mucho tiempo? Yo asombrada pregunté: ¿Por qué dicen eso?, y ellos empezaron a contarme, que había una princesa encerrada en el castillo hechizada por una malvada bruja, la cual también la hizo apartar de su padre enviándolo a él a otro mundo mágico; entonces me sentí como la protagonista de una novela, donde el reto sería rescatar a la bella princesa llamada Florecita. Nadie en el mundo mágico la había visto hace más de diez años. En el sueño pase de ser una niña a ser una niña superheroína. Tenía capa, gafas, botas.

 Estaba tan feliz y a la vez asombrada.

Los guardas aguacate me dieron permiso y me acompañaron hasta la entrada que tenía una enorme puerta cerrada. Pero como yo ya sabía y recordaba que este mundo mágico funcionaba con palabras mágicas; me acerque delante de la puerta y dije “por favor hermosa puerta dame permiso para entrar”, inmediatamente se

abrió la puerta y cuando di un paso volteé a hablar con la puerta y le dije: “gracias hermosa puerta”. La puerta se cerró, seguí y subí unos escalones, encontraba muchas puertas para llegar hasta donde estaba la princesa. Hice lo mismo con todas las puertas diciéndole las palabras mágicas.

Buscaba y buscaba y no encontraba a la princesa. Pensé y dije. No hay nadie en este castillo. ¿Dónde estará la princesa? Cuando en la última habitación me encontré con un hermoso picaflor muy colorido en una hermosa jaula de oro. De pronto empecé a escuchar una vocecilla. “hola, hola, soy yo la princesa encantada, mucho gusto, mi nombre es Florecita. Quede atónita. Empecé a dialogar con ella y ella a decirme como podía ayudarla. Resulta que la bruja malvada la había dejado hechizada para que pasaran 20 años del hechizo y ella quedarse con todo su reino. También me comento que hacía muchos años una hada buena, que le había dicho que la forma de escapar de los hechizos de la bruja malvada, era reunir palabras mágicas y gritarlas al viento y el viento rompería el

hechizo y ella quedaría libre. Sali y empecé a buscar por todo el castillo palabras mágicas escondidas. Gracias, por favor, buenos días, permiso, perdón, me prestas, te quiero y adiós. Reuní todas estas palabras y las grité con todas mis fuerzas al viento y el viento hizo que el pequeño pajarillo desapareciera y apareciera una hermosa princesa, con un cabello largo y rizado y un enorme vestido rosado. Ella muy feliz me abrazó y me dio las gracias por haberla ayudado. Pensaba reunirse con su padre que estaba en otro mundo mágico, quizá también retenido por esta

malvada bruja.

Ahora empecé a escuchar la voz de mi madre diciéndome: “Danielita, es hora de levantarte para que te organices, desayunes y vayas a estudiar”

 

el poder

EL DIFÍCIL CAMINO HACIA EL AMOR

Por María Camila Jaramillo Osorio  grado 7-13

 En un pequeño pueblo rural de los años 90, Lía, una joven de 17 años se asoma a la ventana de su casa con una expresión melancólica en el rostro, sus padres personas estrictas y tradicionales habían impuesto tantas restricciones sobre ella que sentía que su mundo se reducía a las paredes de su hogar anhelando libertad y aventura; Lía suspiraba mientras observaba el campo extenderse ante sus ojos.

 

 Mientras tanto, en el camino de tierra que serpenteaba frente a la casa de Lía, un chico llamado Elion pedaleaba en su bicicleta con una sonrisa en el rostro. Sus ojos se posaron en la casa de Lía y en un instante su corazón dio un vuelco en ese momento el destino había entrelazado sus vidas de una manera inesperada.

 

 Lía y Elion se conocieron en circunstancias mágicas, pero pronto se dieron cuenta que provenían de mundos muy distintos. A medida que su amor crecía, también lo hacían las tensiones entre sus familias debido a sus disparidades económicas y sociales.

 

 A pesar de su profundo amor Lilia y Elion se enfrentaron a la dura realidad de que sus diferencias eran infranqueables. A medida que la presión familiar aumentaba, tomaron la dolorosa decisión de separarse, buscando caminos separados en la vida.

 

 El tiempo pasó y, aunque intentaron seguir adelante, nunca pudieron olvidar el amor que compartieron. Se encontraron atrapados en un eterno dilema: un amor imposible entre dos personas destinadas a estar juntas pero separadas, por sus circunstancias fuera de su control.

 

 No se rindieron hasta conseguir su amor, lucharon todo lo que pudo hasta conseguirlo; los padres de ambos aceptaron su relación, así, felices fueron por el mundo a conocerlo y verlo más a fondo. En unas aventuras en Grecia ocurre un gran accidente en el Mouth Olympus. La pasión por explorar de Elion y Lía, cayeron de una gran altitud hacia el vacío, hacia el abismo, se toman de las manos, él la abrasa dejando que el impacto sea para él, arriesgando su vida por la de ella. él afortunadamente no muere, pero queda gravemente herido, ella con graves lesiones por el fuerte golpe, ella se encuentra desubicada viéndolo a él, extendido inconsciente en el suelo por el fuerte choque, ella al verlo en ese estado desesperad corre a pedir ayuda y encuentra una pareja cuyos nombres son Marcos y Ariadna, donde les explica lo ocurrido e inmediatamente corren a ayudarlos y los llevan a un centro hospitalario para que los atiendan.

 

Los examinan y a Lía le dan una grave la grave noticia de que su novio Elion quedó en estado de coma ella, con la triste noticia rompe en llanto y su corazón se destruye debido a lo sucedido. Lía les da la triste noticia a los familiares de él y a su respectiva familia.

 

 Una semana después llegan los familiares de ambos para saber más del acontecimiento y dar apoyo. Días después Lía y sus padres regresan a Italia y los padres de ellos se quedan en su ciudad y los padres de Elion se queda en su cuidado.

 

 Lía destruida sin saber de Elion  y aun sabiendo que sus padres volverían a sobreprotegerla, ella sin entender la situación, busca llenar el vacío corazón, busca distracción para aliviar su dolor.

 

 Pasan dos meses y Lía ha olvidado un poco lo sucedido, sale un fin de semana con sus padres a cenar por sus 18 años. Al tener la mayoría de edad y tener sus propias decisiones decide volver a Grecia. Una tarde mientras sus padres trabajaban saca dinero de los ahorros, al llegar la noche sus padres llegan a casa y se dan cuenta que su hija no está, y tan solo una carta encima de la mesa encuentran en ella el siguiente escrito: “Me siento muy agobiada por la situación y decidí volver a Grecia porque me siento muy mal al no saber de él, perdón los amo.

 

 Después de un largo viaje Lía llega al hospital y se encuentra con la madre de Elión, se saludan a la que la madre le dice: No quiero que sufras más a lo que tenga que decirle hemos sumado la decisión desconectar a mi hijo pues no tenemos la esperanza de que vuelva con nosotros.

 

 Lía entristecida después que le dieron la dura noticia, en un rincón de la sala de espera no hace más que llorar al saber que su gran amor ya no estará más con ella. Al no pensar en nada más que en esas estupideces sale desorbitada del hospital, pasando calles y semáforos, en una calle se desploma y rompe en llanto, una anciana llamada Rut le dice: - ¿Qué tienes hija mía? Lía entre lágrimas le responde: estoy pasando una dura situación, el amor de mi vida está entre la vida y la muerte.

- Mi niña nunca pierdas la esperanza ni la fe por los obstáculos que la vida te dé, pues bien es difícil el camino hacia el amor y solo vas a encontrar a quien te sigue mirando cuando tú cierras los ojos 

 

Ella al entrar en razón sale con prisa de nuevo al hospital para detenerlos y dar su último aliento, para salvar a su amor o dejarlo ir ,al entrar al hospital se dirige al cuarto donde se encuentra su novio y sin nadie ahí entra como si fuese un milagro lo toma de las manos diciendo estas palabras: ”Tú eres mi razón de vivir y quiero que mis sueños sean contigo, este es el momento en que menos quiero dejarte ir y quiero que no te rindas y sigas luchando junto a mí.

 

 Él reacciona al escuchar las conmovedoras palabras de su amada y da su primer gesto con una lágrima en su rostro, él se levanta y ella asombrada lo abraza. Justo momento en el que llegan los médicos decididos a desconectarlo ven lo asombroso y mágico que logra hacer un amor sin fin.

 

Sede Santiago Rengifo Salcedo

el dificil

Elena y el jardín mágico

 Por Maricela Alos Vásquez. Grado 9-3

Hace muchos años, en un pequeño pueblo enclavado entre altas montañas y frondosos bosques, vivía una joven llamada Elena. Desde temprana edad Elena demostraba un profundo amor por la naturaleza y una conexión especial con el mundo que la rodeaba. Su espíritu aventurero la llevaba a explorar cada rincón del bosque, maravillándose con la diversidad de plantas, animales y paisajes que encontraba en su camino. 

Un día soleado, mientras deambulaba por el bosque en busca de hierbas medicinales para su abuela enferma, Elena descubrió una flor extraña y hermosa de pétalos plateados que desprendía un resplandor mágico. Sin dudarlo, decidió recolectarla y llevarla a su humilde hogar para cuidarla y protegerla.  Con el paso de los días, la flor plateada comenzó a marchitarse lentamente a pesar de todos los esfuerzos de Elena por mantenerla viva. Desesperada por salvarla, la joven acudió a los sabios del pueblo en busca de consejo. Fue entonces cuando escuchó por primera vez la leyenda de la montaña sagrada y el jardín mágico que albergaba las flores más poderosas y preciosas del mundo.  Intrigada y decidida a salvar a la misteriosa flor plateada, Elena se embarcó en una épica aventura hacia la cima de la montaña más alta, donde se decía que solo los corazones puros y valientes podían acceder al jardín secreto. Con una determinación inquebrantable y el eco misterioso de sus sueños como guía, Elena inició su travesía llena de peligros y desafíos.  Durante su viaje, Elena se enfrentó a pruebas difíciles y criaturas mágicas que custodiaban los caminos hacia lo desconocido. Cruzó ríos turbulentos, escaló acantilados vertiginosos y desafió a las fuerzas de la naturaleza con coraje y determinación. Cada obstáculo superado fortalecía su espíritu y avivaba su deseo de descubrir el misterio que envolvía su destino.  Tras días de arduo viaje, Elena finalmente llegó a la cumbre nevada de la montaña sagrada, donde una luz resplandeciente iluminaba el camino hacia el jardín mágico. Al adentrarse en aquel lugar ancestral lleno de magia y misterio, Elena quedó maravillada por la explosión de colores y aromas que inundaban sus sentidos.  En el centro del jardín se erguía un árbol milenario cuyas ramas se mecían al ritmo del viento, sus hojas brillando con un resplandor divino. En lo alto del árbol destellaba una luz plateada que parecía llamarla con dulzura y misterio. 

Guiada por una fuerza interior inexplicable, Elena ascendió por el tronco gigantesco del árbol hasta alcanzar la fuente de luz plateada que emanaba paz y armonía. Al tocarla con manos temblorosas pero llenas de determinación, sintió cómo un poder ancestral fluía a través de ella, conectándola con la esencia misma de la naturaleza.  En ese momento mágico e inolvidable, la flor plateada en su humilde hogar comenzó a florecer con renovado esplendor, sus pétalos brillando con una luz propia que iluminaba todo el pueblo y más allá. Una voz susurrante resonó en su mente: "Eres la elegida, la guardiana de las flores mágicas. Tu misión es protegerlas y compartir su belleza con el mundo".  Desde ese día, Elena se convirtió en la protectora del jardín mágico, aprendiendo secretos ancestrales sobre las plantas y los seres que habitaban en él. Se convirtió en una experta botánica y sanadora, compartiendo sus conocimientos con los habitantes del pueblo y enseñando a las generaciones futuras a amar y respetar la naturaleza como ella lo hacía.  Con el paso del tiempo, el pueblo se transformó en un oasis de armonía y abundancia gracias a las enseñanzas de Elena y al poder curativo de las flores mágicas que cuidaba con tanto amor. Viajeros de tierras lejanas acudían para contemplar las maravillas naturales que solo ella podía preservar.  Elena encontró en aquel jardín mágico no solo su propósito en la vida, sino también el amor verdadero en los brazos de un joven apasionado por las mismas maravillas naturales que ella protegía. Juntos crearon un legado de amor y respeto por el mundo natural que perduraría por generaciones.  Y así, entre aventuras extraordinarias y magia ancestral, Elena como guardiana del jardín mágico, compartiendo su sabiduría con todos aquellos dispuestos a escucharla y seguir sus pasos hacia una vida en armonía con la naturaleza.

Después de un tiempo, Elena comienza a sentir la carga de su responsabilidad como guardiana del jardín mágico. A pesar de su amor por el lugar, la presión y el peso de las expectativas comienzan a afectarla. Decidida a buscar un equilibrio en su vida, Elena toma la difícil decisión de dejar el jardín mágico en manos de los guardianes que ha entrenado y se embarca en un viaje para redescubrir quién es más allá de su papel como guardiana.

Durante su viaje, Elena se reencuentra con antiguos amigos y descubre nuevas pasiones que la inspiran. Sin embargo, su conexión con el jardín mágico sigue presente en su corazón, y el llamado de la naturaleza la guía hacia un propósito aún mayor.

Mientras tanto, en el jardín mágico, los nuevos guardianes enfrentan desafíos inesperados que ponen en peligro el equilibrio natural. Se dan cuenta de lo mucho que dependen de la sabiduría y el poder de Elena, y anhelan su regreso para restaurar la armonía perdida.

Con el corazón lleno de determinación, Elena escucha atentamente las preocupaciones de los nuevos guardianes sobre los desafíos que enfrentan en su ausencia. A pesar de haberse alejado del jardín mágico, su conexión con el lugar y su compromiso con la preservación de la magia natural siguen siendo fuertes.

Movida por el deseo de proteger el equilibrio del jardín mágico, Elena decide regresar y enfrentar los desafíos junto a los guardianes que ella misma entrenó. A su regreso, se da cuenta de que su tiempo lejos del jardín mágico no fue en vano, ya que ha descubierto nuevas habilidades y conocimientos que ahora puede aplicar para superar las adversidades juntos, Elena y los nuevos guardianes se embarcan en una emocionante aventura para restaurar la armonía del jardín mágico. A lo largo del camino, enfrentan pruebas que ponen a prueba su valentía, lealtad y sabiduría, fortaleciendo su vínculo como guardianes y renovando su compromiso con la protección de la magia natural.

Elena
bottom of page